El ministro japonés de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología, Tatsuo Kawabata, anunció recientemente la postura oficial del nuevo gobierno en orden a cancelar el proyecto de construcción de un gran centro nacional de artes que pretendía difundir y apoyar a la industria de la animación nipona, iniciativa conocida popularmente como “El Salón de la Fama del Animé”.
De acuerdo a lo señalado por Kawabata, las razones para esta cancelación serían netamente económicas, pues su costo ascendería a los 11.7 billones de yenes (aproximadamente unos 123 millones de dólares), aspecto que fue ampliamente criticado por diversos sectores de la sociedad japonesa, incluyendo a profesionales del mundo del animé. Sin embargo, con ello también se pretenden dar claras muestras del cambio de mando vivido al interior del país, pues el gobierno fue recientemente asumido por el Partido Democrático de Japón (Minshuto) luego de 54 años de supremacía del Partido Liberal Democrático (Jiminto).
“El Salón de la Fama del Animé” fue un proyecto impulsado por el anterior Primer Ministro de Japón, Taro Aso (líder del Partido Liberal Democrático), un autoproclamado fan de este género y que incluso fue apodado por los aficionados nipones como “Rozen Aso”, debido a la supuesta inclinación del mandatario por la serie de manga y animé “Rozen Maiden” (en la imagen). Con él, Aso pretendía dar renovados bríos a la industria de la animación al interior país y generar de esta manera nuevos empleos en un complicado momento para la economía mundial.
A pesar de las buenas intenciones de Aso, éste fue criticado duramente por el líder del Partido Democrático de Japón y hoy recién asumido Primer Ministro, Yukio Hatoyama (un abierto simpatizante de las películas de Hayao Miyazaki y seguidor del manga I’s de Masakazu Katsura en los 90’, según recientes revelaciones de la prensa nipona), quien calificó el proyecto como una burocracia creada por sus intereses personales. Así, al hacerse Hatoyama con el mando de la nación el pasado 16 de septiembre, el proyecto parecía desahuciado de antemano, lo que terminó por confirmarse con el reciente anuncio.
De acuerdo a lo señalado por Kawabata, las razones para esta cancelación serían netamente económicas, pues su costo ascendería a los 11.7 billones de yenes (aproximadamente unos 123 millones de dólares), aspecto que fue ampliamente criticado por diversos sectores de la sociedad japonesa, incluyendo a profesionales del mundo del animé. Sin embargo, con ello también se pretenden dar claras muestras del cambio de mando vivido al interior del país, pues el gobierno fue recientemente asumido por el Partido Democrático de Japón (Minshuto) luego de 54 años de supremacía del Partido Liberal Democrático (Jiminto).
“El Salón de la Fama del Animé” fue un proyecto impulsado por el anterior Primer Ministro de Japón, Taro Aso (líder del Partido Liberal Democrático), un autoproclamado fan de este género y que incluso fue apodado por los aficionados nipones como “Rozen Aso”, debido a la supuesta inclinación del mandatario por la serie de manga y animé “Rozen Maiden” (en la imagen). Con él, Aso pretendía dar renovados bríos a la industria de la animación al interior país y generar de esta manera nuevos empleos en un complicado momento para la economía mundial.
A pesar de las buenas intenciones de Aso, éste fue criticado duramente por el líder del Partido Democrático de Japón y hoy recién asumido Primer Ministro, Yukio Hatoyama (un abierto simpatizante de las películas de Hayao Miyazaki y seguidor del manga I’s de Masakazu Katsura en los 90’, según recientes revelaciones de la prensa nipona), quien calificó el proyecto como una burocracia creada por sus intereses personales. Así, al hacerse Hatoyama con el mando de la nación el pasado 16 de septiembre, el proyecto parecía desahuciado de antemano, lo que terminó por confirmarse con el reciente anuncio.